viernes, 31 de agosto de 2012

LOS JINETES DE LA COCAINA


Este libro relata las historias de los narcotraficantes mas grandes de Sudamérica y principalmente los narcotraficantes colombianos; de como han influido en la sociedad de manera radical, la cual, los veían como unos héroes por algunas obras de caridad en los suburbios y así ganarse la confianza y el apoyo de la gente del común y luego de aquellos que tenían algún poder.

Gracias a su gran influencia tanto económica como también social por tener apoyo de la clase marginada ellos cometían grandes actos de corrupción como el soborno a grandes personalidades gubernamentales para poder tener vía libre con sus mercancías. Se creaban o desmeritaban leyes según su criterio y beneficio y durante la década de los 80 y gran parte de los 90, Colombia jugo con y les permitió tomar tales decisiones como si no fuesen la gran cosa.
Tras la muerte de Escobar (1.993) y con la extradición de los Rodríguez Orejuela, los Colombianos se tragaron el cuento de que le narcotráfico y la guerra interna serían ya cosas del pasado. Resulto ser todo lo contrario y hoy en día Colombia es manejada por los paramilitares, los guerrilleros y los políticos que con las manos sucias siguen predicando acciones de buena fe y progreso para el país.
También cabe recordar que el narcotráfico como tal fue el pilar fundamental de la economía de algunos países sudamericanos como Bolivia, Perú y Colombia, donde dejaron a un lado la agricultura, lo forestal  dándole la espalda al campo para así centrarse en explotar las necesidades de ser humano. Un verdadero documento que vale la pena leer.
Es un buen libro que pone a pensar al lector en los orígenes del narcotráfico y en todas las personas involucradas en este, los nexos con altas personalidades del país y la política, la mafia, lavado de dólares, familias, deportes y extradición. Es un libro que para leer con calma y sentido de análisis y responsabilidad para que de esa forma podamos llegar a vislumbrar un poco más de cerca como es posible que los colombianos hayan permitido a su gobierno y a los narcotraficantes jugar con el destino del país, la economía y la vida de muchas personas.

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